MONITORING AND MITIGATION OF BIOFUEL CROPS IMPACTS IN THE PERUVIAN AMAZON

Una propuesta indecorosa y peligrosa

RETROCESO EN POLÍTICAS AMBIENTALES. La exoneración del EIA en la exploración sísmica de hidrocarburos puede producir más temores y dudas en la población , y generar más conflictos.

Ad portas de la COP-20 en Lima, se propone obviar los Estudios de Impacto Ambiental, EIA, en la exploración sísmica de hidrocarburos

 

Washington, DC.- La inconsulta propuesta del Ministerio de Energía y Minas, MINEM de permitir la exploración de gas y petróleo sin Estudios de Impacto Ambiental, EIA, es inoportuna y una pésima señal para la institucionalidad ambiental.

 

Solo se alimentará la desconfianza de la población en torno a las inversiones en el sector y creará la imagen de riesgo país, al abonarse el terreno para la permanente ebullición de la conflictividad social. Las declaraciones del ministro de energía y minas, Eleodoro Mayorga, vulneran la legislación vigente y debilitan la autoridad y gobernanza ambiental. El asunto resulta irónico tomando en cuenta que el Perú se prepara para mostrarse ante el mundo como una nación moderna y seriamente comprometida en materia ambiental, en la próxima reunión de la COP20, en Lima, en diciembre. Eliminar los Estudios de Impacto Ambiental, EIA, para la fase de exploración de hidrocarburos, incluida la prospección sísmica, es ignorar la institucionalidad establecida por el propio gobierno. Esto ha colocado al Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, en una difícil posición obligándolo a evidenciar la falta de coordinación dentro del mismo gobierno, y a defender uno de los mayores logros de su cartera: la legislación sobre el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Receta para el desastre La propuesta coincide, curiosamente, con las ideas presentadas en un reciente libro de la Sociedad Nacional de Hidrocarburos, SNH. Esto no ayudará a restablecer la confianza entre el sector privado y la población, generando un clima adverso para el sector empresarial y la inversión al crear desconfianza. Es necesario agilizar los procesos burocráticos para el otorgamiento de permisos, pero el camino no es eliminando las salvaguardas de una operación con buenas prácticas y participación ciudadana. Lo que debería hacerse es reforzar a los ministerios pertinentes para que su trabajo se coordinado, dentro de plazos razonables y con criterios técnicos. Necesitamos más eficiencia, no más debilidad. Necesitamos, también, perfeccionar los propios EIA pues muchas veces los plazos se alargan porque estos están mal hechos y son observados por las autoridades, cumpliendo su deber, pero la propuesta de reemplazarlos por una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), es una receta para el desastre. El DIA es una simple Declaración Jurada, un documento que no exige líneas de base ambiental ni social, ni valoración económica de impactos, mecanismos de participación ciudadana, ni de consulta y monitoreo. No es un instrumento de gestión para controlar riesgos y minimizar daños, sino un documento de compromiso. Evidentemente esto producirá más temores y dudas en la población en un país que no necesita más conflictos. Este es el año de nuestro compromiso con el cambio climático, y de mostrar que somos responsable aprovechando nuestros recursos, de manera compatible con la protección del patrimonio natural y cultural. Es el momento de mostrarle al mundo que el sector privado, el MINEM y la SNH son buenos socios en esta empresa de todos los peruanos.

 

 

¿Promoción de conflictos?

 

La confianza fundamenta las relaciones sociales y económicas. Para invertir los empresarios necesitan saber que hay un entorno tranquilo, sin confl ictos sociales y donde las reglas se respetarán. Lograr ese clima de paz y estabilidad, pasa por una población confi ada y sabedora de que el Estado protegerá sus derechos sociales, económicos y ambientales, y que defenderá las leyes que protegen su entorno. “ Facilitar” inversiones para exploración de petróleo y gas, saltándose el paso de los Estudios de Impacto Ambiental, EIA, promoverá confl ictos en comunidades históricamente desconfi adas y con una mala percepción de esos proyectos. No se entiende, por ello, la propuesta del ministro de Energía y Minas de obviar los EIAs, para la fase de explosiones subterráneas. ¿Cómo garantizará el gobierno al inversor de un proyecto que ante las protestas sociales, no exigirá nuevamente los EIAs? La población no puede percibir que las inversiones son protegidas por encima de sus derechos. (MMMQ).

 

 

Fuente: El Comercio 11/03/14

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